Algunas de las reacciones fisiológicas y comportamentales que desencadenan las emociones son innatas, mientras que otras pueden adquirirse. Unas se aprenden por experiencia directa, como el miedo o la ira, pero la mayoría de las veces se aprende por observación de las personas de nuestro entorno... Es por ello que como docentes debemos ser muy observadores por los estados de ánimo de nuestros alumnos durante todo el tiempo de clase... Pero sobretodo al momento de hacerles alguna observación, primero conocer cual es el trasfondo de esas emociones.
La imaginación es uno de los grandes tesoros de nuestros alumnos por lo tanto debemos promover el desarrollo de la creatividad pues es esencial para ellos, ya que esta capacidad tan significativa les ayuda a expresarse por sí mismos, a desarrollar su pensamiento abstracto y, también, será primordial a la hora de resolver problemas y de relacionarse mejor con los demás a lo largo de toda su vida. Este desarrollo debe fomentarse a nivel de todos los ciclos educativos.
Pintar, dibujar, escribir, crear, fabricar, pensar, soñar, jugar... Son procesos todos ellos que despiertan la creatividad de los niños y les ayudan a desarrollar su capacidad de crecer y potenciar su capacidad analítica y de resolver problemas.
Existen múltiples concepciones sobre la creatividad. Algunas hablan de la creatividad como un proceso, otras de las características de un producto, algunas de un determinado tipo de personalidad... Lo que está claro, según Stenberg y Lubart, es que la creatividad está relacionada con la generación de ideas que sean relativamente nuevas, apropiadas y de alta calidad. Es decir, se trata de producir respuestas novedosas y originales ante cualquier tipo de problema en todas las áreas de la humanidad, lo que no es tarea fácil y, por ello, requiere entrenamiento y desarrollo, pues es "algo" que todos tenemos en diferente medida.
Los maestros que deseamos que nuestros alumnos sean capaces de pensar por sí mismos y generar ideas creativas, tenemos mucho que ofrecerles, simplemente requiere un pequeño esfuerzo por nuestra parte para:
1. Potenciar que generen ideas personales sobre cualquier situación de la que hablemos en clase. Todas las ideas han de ser bien recibidas y es importante atrevernos a equivocarnos.
2. Promover la libertad de expresión en nuestra clase.
3. Invitarlos a que piensen ideas disparatadas diferentes a las acostumbradas. Hablemos de cosas descabelladas, puesto que sólo los más locos son capaces de innovar.
4. Facilitar el trabajo en equipo. Muchas veces, dos mentes piensan más que una, compartamos razonamientos para expandir nuestras posibilidades. Las opiniones de otros enriquecen las nuestras.
5. Favorecer la experimentación de lo que estamos aprendiendo. Cuando lo hago por mi mismo soy capaz de aportar nuevas propuestas porque lo estoy viviendo.
6. Intentar hablar de problemas reales entre todos, buscando una posible solución a los mismos. Así poco a poco aprendemos a aplicar nuestra creatividad a nuestra vida real, lo cual nos será muy útil en el futuro.
7. Y sobre todo, no olvidar que todos somos potencialmente creativos... sólo necesitamos saber desarrollar y desbloquear nuestras cualidades creativas.
Cómo fomentar la creatividad en la familia
- Es importante empezar cuanto antes, porque en los primeros momentos, meses y años de vida, cada contacto, cada movimiento y cada emoción supone una inmensa actividad eléctrica y química en el cerebro, ya que miles de millones de neuronas se están organizando en redes que establecen entre ellas billones de sinapsis. Por ello, es durante la etapa de educación infantil cuando se producen más cambios en los niños en todas las áreas: física, motora, cognitiva, lingüística, afectiva y social. Y, por todo esto, es recomendable empezar cuanto antes a potenciar la creatividad de nuestros hijos de la siguiente manera:
- Lo más importante es jugar. A través del juego, la imaginación y las emociones de los más pequeños pueden fluir y salir hacia fuera, de formas tan bonitas como pintar un dibujo en el que piratas, hadas y gigantes cobran vida.
- Olvídate de libros y de manuales a seguir, relájate y pasa tiempo de calidad con tu hijo/a.
- Pónte a su altura, jugad juntos, imaginad, dejaros llevar, improvisad, abrid vuestro corazón y dejad salir vuestras emociones ... no hay mejor ejercicio que éste para alimentar la creatividad de nuestros niños.
- Dale libertad para que desarrolle su imaginación y respeta su tiempo de aprendizaje. Esta libertad puedes conseguirla en muchas situaciones habituales, por ejemplo, cuando tenga un juguete nuevo, no le des un modelo, primero déjale que explore y que pruebe todas las posibilidades, seguramente nos sorprenderá; plantéale situaciones absurdas en rutinas diarias como el baño o recurre a la magia de una varita con la que reconvertir sus juguetes ...
'En momentos de crisis sólo la imaginación es más importante que el conocimiento' (A. Einstein).
El conflicto forma parte de la vida y es un motor de progreso, pero en determinadas condiciones puede conducir a la violencia. Para mejorar la convivencia educativa y prevenir la violencia, es preciso enseñar a resolver conflictos de forma constructiva; es decir, pensando, dialogando y negociando. Un posible método de resolución de conflictos se desarrolla en los siguientes pasos:
No hay comentarios:
Publicar un comentario